lunes, 17 de febrero de 2014

El Maldito Cuento de la Cenicienta (deconstruído)

Siempre pensé que este cuento, repetido mil veces, llevado al cine o a la Opera, era un cuento cruel que profundizaba en la postración que muchas niñas viven en el mundo oprimidas por sus familias. La esperanza ha de venir de los méritos propios, de la valentía y el esfuerzo, de la solidaridad entre los jóvenes y no del favor de ningún príncipe.

Contaba ya hace mucho Charles Perrault que había una joven muy bella cuya madre había fallecido cuando ella aún era pequeña. Su padre se esmeraba por darle todos los cuidados y educarla, pero era muy pobre y tenía que trabajar todo el día y apenas le quedaba tiempo para atenderla
.
Para empezar el cuadro social en que se desarrolla el famoso cuento de la Cenicienta no puede ser más sorprendente para un niño que escuche o lea tal cosa hoy. ¿Es la única razón que la madre muera para que una niña viva sola con su padre? ¿Cómo puede esmerarse en dar todos los cuidados si apenas puede estar con ella? ¿Es que acaso los padres(masculino plural), no necesitan estar con sus hijos para cuidarlos? Y ¿Cómo puede ser que un tipo que trabaja todo el día sea “muy pobre”? ¿Acaso el trabajo de “todo el día” es cosa de pobres?

Así que vamos a deconstruirlo:

“Había una joven muy bella que vivía con su padre. Aunque iba a un buen colegio, cuando salía, como él trabajaba todo el día, pasaba mucho tiempo sola…

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