lunes, 23 de enero de 2012

AL OTRO LADO DEL TODO

Reseña publicada en el periódico LAS PROVINCIAS
                   
TIGRE  MANJATAN
Javier  Puebla
Novela, Ed. Algaida, Sevilla 2008, 344 pgs.

¿Qué he hecho yo para merecer esto? Suelen decir los que sufren en demasía las consecuencias de sus actos. Pero resulta que ante las dificultades, ante la sed acuciante, aceptamos pactos onerosos con demasiada facilidad, sobre todo si los hemos de pagar en un plazo que en ese momento de necesidad se nos antoja lejano.

UNA NOVELA SOBRE LA RED

Comentario publicado en el periódico LAS PROVINCIAS

LA SEÑAL. Ángel Gutiérrez y David Zurdo. Novela. Ed. Plaza Janés Barcelona 2008   472pgs.
 
                        Los dos autores de este libro incluyen en él una constante referencia al tiempo que va transcurriendo desde que se inicia la acción. Es como esas series televisivas que en la parte superior de la pantalla tienen un reloj para aumentar la tensión y el estrés del espectador. Después, nos hacen reflexionar sobre la trascendencia de Internet, esa red informática que anilla en la actualidad el mundo, y en la que poco a poco, los ciudadanos, las industrias mundiales, y hasta los gobernantes, van confiando sus secretos, su fortuna, y hasta su seguridad. Lo que termina asustando al lector de este libro, por último, es que el verdadero miedo que deberíamos sentir no es al acto terrorista que ponga una bomba en Nueva York o en Madrid, sino que la verdadera catástrofe surgiría si estallase en la Red.
 
                        Desde que un visionario Kubrik en 1968 (2001 A Space Odyssey) imaginara la trascendencia de los ordenadores en el progreso de la Humanidad, han pasado apenas 40 años. En ese tiempo, el desastre que sucedió a bordo del Discovery por el mal funcionamiento de HAL, el ordenador de abordo, podría suceder en el mundo si la Red, el actual ordenador de abordo de la Humanidad, dejara de funcionar. Y si eso les parece exagerado, piensen si podrían sacar el dinero si los ordenadores de su banco no funcionaran. El peligro y la preocupación que atenaza al mundo hoy ante  la crisis financiera, no sería nada si de pronto TODOS los bancos dejaran de funcionar y, con ellos, los teléfonos, las televisiones, los transportes, las compañías eléctricas, etc....
                        A ese apocalíptico destino han de enfrentarse los protagonistas de esta emocionante novela, y lo hacen desvelando la verosimilitud de la amenaza. Desgraciadamente los espantosos acontecimientos que han sacudido nuestra civilización en los últimos siete u ocho años, parece que han sido causa o consecuencia del mal funcionamiento de las agencias de seguridad internacionales que deberían protegernos. El terrorista más famoso del mundo fue entrenado para ese cometido por “los buenos”. El horroroso atentado de Nueva York debió evitarse de acuerdo con el organigrama de las múltiples agencias de seguridad americanas. Una de ellas, se equivocó, digámoslo indulgentemente, al asegurar lo de las armas de destrucción masiva, etc... Este dato, pues, no pasa desapercibido a los autores, que nos platean un escenario donde la tecnología, la profesionalidad, el heroísmo y la diligencia se enfrentan al fanatismo, al desastre y, en definitiva, al crimen desde el mismo lado de la frontera.
                       
            Cada año, el mundo tiene  más millones y millones  de habitantes. Cada año es más difícil administrar los recursos necesarios para todos. Cada año, los ordenadores dependen más de la Red y sería más difícil sobrevivir sin ellos. Y cada año, por último, son más los que planean cómo cortar esa Red en la que estamos suspendidos sobre el abismo. Esta novela tal vez les convenza de que ya es casi imposible que exista un refugio natural no dependiente de la informática al que acudir en caso de desastre.

Hoy, ya casi es posible destruir el mundo apretando un solo botón, y al final el que apretará o no ese botón de destrucción, será un hombre solo, movido por algo tan antiguo y humano como el odio o el amor.

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